Ahora estoy cerca...
ahora estoy lejoos. El teleñeco corría en la pantalla del televisor. Era
Súpercoco y me encantaba. A la hora de la merienda siempre veía Barrio Sésamo,
un programa con el que niñas y niños de este país aprendimos un montón de
conceptos, que no parecen estar tan claros para algún que otro ministro
español.
El responsable de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal
Montoro, no debió seguir aquel maravilloso programa o tal vez se saltó
demasiados episodios, pues de otra manera no se explican sus recientes
declaraciones. Esta misma semana el destacado representante del Gobierno
aseguró que los salarios en España no están bajando, sino que están moderando
su crecimiento.
Esto es arriba... esto es abajo, explicaba también aquel
entrañable muñeco azul, al que Montoro parece haber entendido al revés, o ¿será
que el ministro habla de su propio salario y no del que cobra el común de los
españoles? Podría ser, porque lo que está claro es que el conjunto de los
trabajadores de este país ha sufrido significativos recortes de sueldo, cuando
no se ha quedado sin trabajo.
Montoro ha asegurado que es compatible moderar salarios y
ganar poder adquisitivo y ha añadido que, gracias a esa moderación, se están
abriendo las puertas a la recuperación económica. Atónita me han dejado sus
palabras, superando incluso el efecto que en aquellos maravillosos años de mi
infancia conseguía Súpercoco, y al que bien podría sustituir Súper Montoro y su
lucha por la buena marcha de la economía.
Pero puestos a pensar en personajes de los Teleñecos, que tal si
recordamos, además, al Conde Draco, que con tanta gracia nos enseñaba a contar.
¡Una aceituna, jaja, dos aceitunas jajaja, tres aceitunas, jajajaja...!
El ministro Montoro no sólo ha hablado para la prensa escrita.
También se ha prodigado en la radio, donde ha afirmado que España está saliendo
de la crisis y como ejemplo ha puesto la presencia de aceitunas en todos los
establecimientos de comida rápida o “fas fud” a nivel mundial, como él dijo,
poniendo de manifiesto una vez más elevado nivel de inglés que tienen los
políticos españoles.
Mejor recuperamos a Súpercoco, el Conde Draco, la rana Gustavo,
Epi, Blas y tantos y tantos personajes que de verdad nos hacían pasar buenos
ratos.