jueves, 9 de octubre de 2014

Aan Tiroloco Mato


El burro Pepe Trueno insistía: "Creo que deberías renunciar...", pero Tiro Loco, un agente público de dibujos animados, no escuchaba y con voz caballuna respondía: "¡Yoooo soy el único que cree o piensa aquí, Pepe Trueno! ¡Y tuuuuuú no debes olvidarlo!".

Tiro Loco, caballo blanco con la crin negra, el morro redondeado y cuello largo, adornado con un pañuelo de color azul claro o naranja, lleva sobre sus caderas las pistoleras armadas y preparadas para la acción. Pero sus piernas son cortas y no tiene manos sino cascos con pulgares. No es de extrañar, por tanto, que a la hora de disparar se muestre algo torpe.

Lamentablemente le sucede lo mismo a la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad: Ana TiroLoco Mato, que tampoco ha querido dimitir tras los desatinos en la rueda de prensa sobre la enfermera contagiada por Ébola. Y no lo ha querido hacer tampoco en otras muchas ocasiones en las que, igual que aquel caballo animado, ha dado muestras de ser lenta al hablar por ser lenta al pensar, y cuando finalmente logra sacar su pistola de la funda, suele tirar al hombre equivocado o incluso a sí misma.

Memorable fue aquella comparecencia ante los medios de comunicación, en mayo de 2012, cuando comenzó diciendo: "Buenas, buenas días, buenas tardes a todos. En primer lugar agradecerles... Vamos, hemos universalizado la sanidad para los españoles. Saben ustedes que la sanidad es universal y que estaba recogida en muchas leyes pero nunca se aplica hasta el final. Todos los españoles tienen derecho a asistencia sanitaria gratuita. Todos sin dejar uno”. Luego resultó que se impuso el copago sanitario, el euro por receta, las restricciones de atención a determinados colectivos...

Pero es que la ministra de Sanidad también ha hablado de "parados sin prestación parlamentaria", "pensionistas que ya no tienen derecho a prestación por desempleo" o que "no es lo mismo una persona que no está enferma en su consumo de medicamentos que una que lo está".

¿Qué más decir? La rueda de prensa de Ana TiroLoco Mato sobre el Ébola no ha hecho más que inquietar a la opinión pública. Cuando se le preguntó si se ha podido contagiar más gente no supo responder, pero los datos que se han publicado son tremendos: la enfermera tenía síntomas desde el día 30 de septiembre y estaba de vacaciones. Nadie tomó medidas preventivas para actuar rápidamente y preservar la salud de la chica.

Además, el Ministerio de Sanidad ha demostrado su incompetencia al reconocer que no son necesarias las habitaciones de presión negativa y todos los medios de los que antes presumían. Lo único que se ha hecho en este y otros temas es pasar la pelota de un lado a otro sin reconocer que han fallado. Lo mismo, mismito, que el inepto agente animado público Tiro Loco McGraw.

Gallardón Nodoyuna

¡Rayos! ¡Maldición! ¡Haz algo Patán!” Exclamó Gallardón Nodoyuna ante su jefe de filas el día que le comunicaron que debía dejar su puesto para intentar salvar la imagen del partido.

Es la solución menos dramática y además te garantizaremos un sueldo de 8.500 euros mensuales del Consejo Consultivo de Madrid”, le explicaron y el ministro, que por sus continuas derrotas dentro de su formación política me recuerda a aquel villano de ficción protagonista de una serie de dibujos animados de mi infancia, compareció compungido ante los medios de comunicación.

¡No hay deguecho!” decía aquel protagonista de Los autos locos que competían en cada episodio por la victoria en un largo rally campo a través lleno de peligros. Y lo mismo parecía decir Gallardón Nodoyuna, que también esperaba ganar sólo mediante engaños y trampas, pero como su nombre indica todo le salía mal.

Nodoyuna contaba con todo tipo de enrevesadas trampas que usaba contra sus oponentes y era ayudado en sus planes por su secuaz, un zaparrastroso perro llamado Patán, que tenía una característica risa asmática. ¿O era tal vez una peculiar forma de pronunciar la “S”? Sea como fuera y, a pesar de sus intentos, los “redomados malvados”, como se los describe en la serie, no conseguían ganar ninguna carrera.

Los dibujos animados de Hanna-Barbera Productions me encantaban, sobre todo porque los malos siempre perdían, y todavía hoy quiero seguir pensando que la vida puede ser así; que los ciudadanos tenemos el poder de cambiar aquello que está mal y que, por mucho que tarde en llegar, la justicia, que no el “deguecho”, siempre llega.

Lástima, sin embargo, que se cumpla aquello que dice que “el que hizo la ley hizo la trampa”, pues sólo de esa manera se explica que tan sólo tres días después de que anunciara su dimisión por no haber podido llevar adelante la reforma de la Ley del Aborto, que pretendía endosarnos y que a nadie gustaba, Gallardón Nodoyuna formaliza su ingreso en el Consejo Consultivo de la Comunidad de Madrid, y nada menos que como consejero permanente, es decir, con sueldo vitalicio.

El verano concluyó con la “semi-derrota” de un representante público que se alejó de su obligación de defender los intereses generales al intentar imponer un ideario político, pero no es el único. Aún son muchos, a nivel nacional, regional e incluso local, los que persisten en este poco noble objetivo, que es real y nada tiene que ver con los cuentos de mi infancia. ¿Lo vamos a seguir permitiendo? De nuevo en El recortable.