viernes, 27 de junio de 2014

El principito



“Había una vez un rey que tenía tres hijos…” Ella empezaba a hablar y mi hermana y yo la mirábamos boquiabiertas, embelesadas por las palabras que salían de su boca y aquellas historias fantásticas con las que fuimos creciendo y que, sin duda, han influido en nuestra visión del mundo.

Los cuentos entretienen, despiertan la imaginación y hasta transmiten conocimientos, pero finalmente son sólo eso, cuentos de los que se puede sacar alguna enseñanza. La realidad pocas veces se asemeja a los cuentos, mucho menos a aquellas maravillosas historias que me gustaba escuchar de pequeña.

La realidad tiene mucho más que ver con el estudio de la Fundación Bancaja y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas que se ha publicado esta misma semana, en el que se muestra que los seis años de crisis transcurridos desde 2007 hasta 2013 han provocado en Canarias que el índice de pobreza humana haya crecido un 12,4 por ciento.

El incremento de nuestra región es siete veces más del que ha registrado en el conjunto de España, y sólo lo supera Extremadura, que ha sufrido un repunte del 15,5 por ciento. Pero es que, además, en Canarias, el paro de larga duración ha crecido un 554,7 por ciento y las familias del Archipiélago disminuyen su gasto en alimentación.

Hay menos dinero y se recorta también en comida. Según otra de las noticias difundidas esta semana, las Islas han disminuido un 13,7 por ciento su gasto en alimentación entre 2010 y 2013, lo que sitúa a nuestra región como la de mayor descenso nacional. Esa es la realidad, pese a que haya mucha gente empeñada hacer como que mira, pero vive con los ojos cerrados.

El mismo día en que se dieron a conocer los datos apuntados, Juan Carlos I firmó la ley de abdicación por la que cedió la Corona a su hijo. El principito ya es rey y nada tiene esto que ver con el niño sabio de otro planeta protagonista de aquel cuento popular magníficamente escrito.

La ley de abdicación entró en vigor esa misma medianoche y Felipe VI llega hoy siendo Rey al Congreso de los Diputados, donde tiene lugar la proclamación del monarca. Los miembros de las Cortes Generales y unos 170 representantes institucionales se doblegan ante un nuevo rey en una sesión solemne bien parecida a las que se celebraban en la Edad Media.

Solemos decir que el mundo cambia de manera muy rápida; nos asombramos ante la vorágine de los tiempos pero, ante acontecimientos como el que hoy centra todas las miradas, la realidad es que uno se pregunta si realmente han cambiado las cosas y para quién.

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