Soy del
Sur, que siempre se sitúa en la parte baja de los mapas. Puede que por esa
razón cometiera aquella torpeza la primera vez que me enfrenté a una
representación de España. Yo buscaba mi pueblo, Granadilla, pero lo más
parecido que encontraba era Granada, y no entendía por qué.
jueves, 30 de mayo de 2013
jueves, 23 de mayo de 2013
Bodas y sobresueldos
Ella iba de blanco y él la esperaba sonriente, sin que las elegantes ropas pudieran camuflar su falta de gracia. A mí me pareció casi tan feo como su nombre, que me sonaba como una onomatopeya de asco: Aaaggg ¿o es Agag? Lo mismo es y lo mismo da.
Esta semana me he enterado de que no sólo es poco agraciado, sino que también inspira menosprecio, porque las informaciones aparecidas en la prensa apuntan que es desgraciado. No por falta de fortuna ¡qué va! Lo suyo es precisamente lo contrario, pues él y su mujercita sólo son víctimas o beneficiarios del sistema imperante-gobernante.
La documentación incorporada al sumario del caso, que se instruye en la Audiencia Nacional, recoge que la trama Gürtel pagó más de 32.000 euros de la boda entre el afortunado y la hija del ex presidente del Gobierno José María Aznar.
Y no es que quiera yo empeñarme en ser crítica y negativa. De verdad, que no. Hoy mismo me había propuesto redactar un texto divertido, pero es que, además, leo y descubro que el ex presidente del Senado, Pío García Escudero, cobraba nada menos que 4.200 euros al mes en concepto de sobresueldo, que también recibió Eugenio Nassarre, veterano diputado del PP, aunque eso sí, éste algo menos, pues su extra “sólo” era de 1.800 euros mensuales.
Los mandatarios del Partido Popular han confirmado que todos los cargos públicos populares con responsabilidades de partido recibían sobres. ¡No, si va a tener razón mi madre cuando dice que este país está en crisis porque unos cuantos listos se han llevado el dinero!
Sigo empeñada en buscar noticias positivas. Algún lado bueno tendrá que tener todo lo que estamos viviendo en este país; ¡ah sí, ya sé! Es la venda que se nos cae de los ojos, la dura y cruda realidad de la que debemos aprender, las malas hierbas que tenemos que arrancar, para poder mantener a salvo el huerto.
Aún seguimos teniendo el sol y las estrellas; el monte y la playa, la familia y los amigos. La música – uff, aquí mejor hacer una selección, pues ni siquiera si se confirma el plagio de Eurovisión pasaremos de terceros por la cola -, las películas, las risas, el teatro y, cómo no, los sueños, porque como dijo Calderón de la Barca – que también era español, aunque antes lo hubiera dicho el griego Platón – “la vida es sueño y los sueños, sueños son”.
jueves, 16 de mayo de 2013
Sin nada en que creer
Ayer se
cumplió el segundo aniversario del único movimiento que en los últimos tiempos ha
logrado insuflar un poco de aire fresco a la vida política, social y económica
de este país. Ayer fue 15M y poco más hay en lo que todavía sea posible creer.
“Creo en un solo Dios Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos…” Así rezaba de pequeña, pero poco a poco los mitos se fueron cayendo. Quise creer entonces en el poder del ser humano y me llené de energía, pero el ser humano, por querer ser todopoderoso, también se ha desvelado como una especie egoísta y sin escrúpulos.
No es que haya perdido la fe en las personas, a las que aún creo capaces de los mayores prodigios, pero cada vez resulta más complicado enfrentarse a la realidad sin sentir un poco de asco. Casos y más casos de corrupción; irregularidades nacionales, regionales y también locales – léase la petición del Supremo para juzgar al ex alcalde Miguel Zerolo - o superposición de intereses partidistas frente a la protección del patrimonio natural – el Gobierno del PP le niega a La Gomera la protección de los montes con medios aéreos –
Igual de triste resultan las mociones de censura como la que acaba de sufrir el alcalde de Güímar y de la que sólo se desprende una triste conclusión: “quítate tú pa’ ponerme yo”, o peor aún: “vamos a seguir desestabilizando a ver si logramos romper el pacto regional”.
Claro que es legítimo querer gobernar, pero no tanto cuando atravesamos la peor crisis que se recuerda; cuando cada vez son más las familias que se quedan sin horizonte, y cuando se deberían sumar esfuerzos para buscar salidas.
Y es tal el desatino que incluso muchos de los colectivos que se erigen en defensores de la sociedad están manipulados y esconden intereses partidistas, cuyo verdadero fin es desgastar a los que gobiernan, práctica que, desgraciadamente también se ha extendido entre periodistas y medios de comunicación, donde el amarillismo ha alcanzado una intensidad tan grande que ya rivaliza con los rayos del sol.
La carrera por el éxito lo está enfangando todo y poco importan ya la responsabilidad, la rigurosidad o el buen hacer. El sistema se ha convertido en una gran cloaca, ante la que resulta muy acertado el lema del 15M: De la indignación a la rebelión: "Este mayo demostraremos que no nos vamos, que no nos rendimos, que seguimos construyendo”
jueves, 9 de mayo de 2013
Mentiras políticas
Lala era mi tía política y digo era porque se divorció de mi tío y ha perdido el “título” legal. Cuestión distinta es si lo merecía o no - siempre ha habido parientes más allá de la sangre -, pero ese es otro tema. Lo que importa en esta falsa historia es la relación entre política y verdad o, más bien, entre política y mentira.
La mentira se ha convertido en reina. Ha traspasado todos los límites y ya resulta muy complicado distinguir la verdad. Incluso la confesión y el perdón se usan como armas para mantenerse como rey, presidente, ministro, consejero, alcalde o concejal. Y no sólo se miente para gobernar, sino que también se recurre a esta práctica para hacer oposición. En uno y en otro lado se multiplican los embustes.
El desprestigio de la política y el distanciamiento del pueblo no tiene otro origen. Claro que también está la corrupción y por supuesto que siempre ha existido el engaño, pero la política actual ha transformado la farsa en un arte tal que ni siquiera soñó Aristóteles al escribir “La retórica”, y probablemente tampoco imaginó Maquiavelo cuando redactó “El príncipe”.
Rajoy asegura que estamos saliendo de la crisis y defiende las medidas económicas de su Gobierno. Afirma que recortes, privatizaciones y subida de impuestos permiten la recuperación y la creación de empleo. Incluso se atreve a decir que han evitado el rescate de la Unión Europea, y todo eso cuando el paro se ha convertido en el mayor drama del país o se ha recurrido a fondos comunitarios no para salvar al trabajador, sino a la banca.
El presidente estatal osa añadir que los pensionistas recuperan poder adquisitivo, pero debe referirse a gente de otro planeta, porque aquí la mayoría tienen serias dificultades para llegar a fin de mes y, además, se ve en la obligación de socorrer a hijos y nietos que se han quedado sin trabajo.
Triste realidad nacional, también regional – sin excepción de autonomías – y local. En Canarias hay nuevos equilibrios de poder, pero se mantienen viejas prácticas; planes que sólo son palabras, y austeridad sólo para el eslabón más débil de la cadena, que del mismo modo aplican los representantes municipales, a los que no les cuesta sonreír pese a que prometen y obvian lo prometido.
El desencanto, el desapego y el hasta rechazo son el resultado. Sucede igual que sucedió cuando me enteré de que mi tía política ya no era mi tía. Cuando la patraña se desvela se quiebra la confianza y muy complicado será componerla mientras persistan las mentiras.
miércoles, 1 de mayo de 2013
Huelga general
¡Hace
falta ya una huelga, una huelga, hace falta ya una huelga general! Las voces se
oían por todo Santa Cruz. Vivíamos mayo del 94; la sexta convocatoria nacional,
y la segunda vez que me tocaba informar de esa manifestación laboral.
Tenía experiencia y el periódico me asignó dos páginas para que relatara la protesta. Padecíamos el hasta entonces máximo nivel de desempleo, y se rechazaba una reforma que abarataba el despido.
El paro superaba entonces el 20% y atravesábamos una crisis. Igual que hoy, el Gobierno hacía caso omiso a las demandas sindicales. Existe, no obstante, una gran diferencia: más del 27% de la población activa nacional actual no tiene trabajo y la cifra supera el 34% en Canarias.
Las razones para una nueva convocatoria, de la que han empezado a hablar los sindicatos a nivel regional, se han multiplicado. Sobran, por tanto, los pronunciamientos empresariales que tildan de “ocurrencia” el anuncio sindical. Es tiempo, además, de que unos y otros dejen de considerarse enemigos.
Cuando trabajaba en el diario también era miembro del comité de empresa y por eso la dirección me consideraba un adversario. Nada más lejos de la realidad. El objetivo – hoy más vigente que nunca – era que todos estuviéramos mejor. Dueños, directivos, trabajadores y hasta políticos nos necesitábamos y nos necesitamos unos a otros ¿Cuándo lo vamos a aprender?
¿Qué hace falta para que llevemos más allá de la teoría la imprescindible apuesta por un pacto por el empleo? ¿Permitiremos que se cumplan los pronósticos que hablan de 400.000 desempleados en las Islas y 200.000 sin ninguna prestación?
¡Ya está bien! Cuando la economía española encadena siete trimestres consecutivos de caídas, no es tiempo de rivalidades estériles, como tampoco lo es de mantener cabezonamente las políticas de recortes. ¿Acaso tienen razón los que aseguran que la reforma del PP no obedece a la crisis si no a una ideología?
Se pinte como se pinte, se ha destruido un millón de empleos en todo el Estado y la cifra no es mejor en el Archipiélago, con una pérdida de 9.500 puestos de trabajo en los tres primeros meses de este año.
Surgen planes para combatir el 69% del paro entre los más jóvenes y parece que no se olvidan tampoco las escasas perspectivas de quienes tienen más de 40 años. Sin embargo, mientras no se cambie de mentalidad; mientras no modifiquemos el rumbo, y mientras no fluya la financiación, nada dará resultado.
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