miércoles, 1 de mayo de 2013

Huelga general



¡Hace falta ya una huelga, una huelga, hace falta ya una huelga general! Las voces se oían por todo Santa Cruz. Vivíamos mayo del 94; la sexta convocatoria nacional, y la segunda vez que me tocaba informar de esa manifestación laboral.

 

Tenía experiencia y el periódico me asignó dos páginas para que relatara la protesta. Padecíamos el hasta entonces máximo nivel de desempleo, y se rechazaba una reforma que abarataba el despido.

 

El paro superaba entonces el 20% y atravesábamos una crisis. Igual que hoy, el Gobierno hacía caso omiso a las demandas sindicales. Existe, no obstante, una gran diferencia: más del 27% de la población activa nacional actual no tiene trabajo y la cifra supera el 34% en Canarias.

 

Las razones para una nueva convocatoria, de la que han empezado a hablar los sindicatos a nivel regional, se han multiplicado. Sobran, por tanto, los pronunciamientos empresariales que tildan de “ocurrencia” el anuncio sindical. Es tiempo, además, de que unos y otros dejen de considerarse enemigos.

 

Cuando trabajaba en el diario también era miembro del comité de empresa y por eso la dirección me consideraba un adversario. Nada más lejos de la realidad. El objetivo – hoy más vigente que nunca – era que todos estuviéramos mejor. Dueños, directivos, trabajadores y hasta políticos  nos necesitábamos y nos necesitamos unos a otros ¿Cuándo lo vamos a aprender?

 

¿Qué hace falta para que llevemos más allá de la teoría la imprescindible apuesta por un pacto por el empleo? ¿Permitiremos que se cumplan los pronósticos que hablan de 400.000 desempleados en las Islas y 200.000 sin ninguna prestación?

 

¡Ya está bien! Cuando la economía española encadena siete trimestres consecutivos de caídas, no es tiempo de rivalidades estériles, como tampoco lo es de mantener cabezonamente las políticas de recortes. ¿Acaso tienen razón los que aseguran que la reforma del PP no obedece a la crisis si no a una ideología?

 

Se pinte como se pinte, se ha destruido un millón de empleos en todo el Estado y la cifra no es mejor en el Archipiélago, con una pérdida de 9.500 puestos de trabajo en los tres primeros meses de este año.

 

Surgen planes para combatir el 69% del paro entre los más jóvenes y parece que no se olvidan tampoco las escasas perspectivas de quienes tienen más de 40 años. Sin embargo, mientras no se cambie de mentalidad; mientras no modifiquemos el rumbo, y mientras no fluya la financiación, nada dará resultado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario