jueves, 26 de septiembre de 2013



Joven y preparado



¿Si estamos en 1985 y vivimos el siglo XX, qué siglo se vivía en 1680? La pregunta era sencilla, pero la monja no sabía contestar. No lograba responder ni cuando apelábamos a su formación religiosa y le explicábamos que se partía del nacimiento de Jesucristo para fijar el siglo I.


 


Ella no había tenido oportunidad de estudiar y tampoco lo echaba de menos. Se había consagrado a su dios y al cuidado de los más pequeños que, con la “malicia” propia de la edad, le hacíamos preguntas para evidenciar su ignorancia.


Poco le importaba, madre Josefina era feliz con su vida y, sin embargo, tenía claro que había que estudiar y prepararse para el futuro.


 


“Los estudios son una garantía”, nos decía animándonos a centrarnos en los libros de texto, y un pensamiento similar debe guiar a los miembros de Coalición Canaria en el Cabildo, aunque desde los tiempos de mi paso por el internado han cambiado mucho las cosas.


 


Tenerife tiene nuevo presidente y sus compañeros de formación política se han esmerado en resaltar su preparación. "A Carlos Alonso no le han regalado nada", sentenció Cristina Valido el pasado lunes durante la toma de posesión del flamante titular de la Institución insular.


 


Su predecesor, Ricardo Melchior, también pronunció muchos halagos: habilidad, estrategia, acción, humildad y, cómo no, formación y conocimientos. Sin embargo, los tiempos ya no son los que eran. La titulación ya no es garantía de nada.


 


A Carlos Alonso hay que desearle muchos éxitos, por el bien de Tenerife y de todos los que aquí vivimos, pero muchos se engañan si piensan que para conseg uirlos será suficiente con ser joven y preparado - que se lo pregunten si no a los miles de licenciados universitarios que no encuentran una salida profesional-.


 


Mes a mes las cifras del paro se empecinan en un sombrío panorama: el desempleo castiga con fuerza a una generación que confió en sus capacidades para construirse una vida.  Y, pese a no tener competencias exclusivas, el alto índice de jóvenes desocupados tendrá que ser una prioridad para el flamante representante tinerfeño.


 


La realidad insular, regional y nacional no son de mucha ayuda para que pueda convertir en realidad un discurso en el que apostó por reforzar el papel del Cabildo como motor económico de la Isla. ¡Ojalá lo consiga! Y, en todo caso, bien es verdad que mejor un presidente preparado, que otro que se deje llevar por intereses partidistas, empresariales y/o personales.

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